SALUD PÚBLICA
Luego de confirmarse ayer los tres últimos casos de Leishmaniasis visceral canina, las brigadas y equipos técnicos de la Provincia arribaron esta mañana al barrio en cuestión para comenzar con las tareas de boqueo vectorial, información a los vecinos y búsqueda de otros posibles casos. Ya son 89 los detectados en Capital e insisten en el ordenamiento ambiental.
Desde el Gobierno Provincial, al conocerse el diagnóstico de tres nuevos casos de Leishmaniasis visceral en perros, se implementó un rápido despliegue de equipos técnicos y brigadas de fumigación en inmediaciones del barrio San Gerónimo de esta capital. Durante la mañana de hoy se realizaron trabajos de bloqueo en la manzana donde se presentó el problema, por calle Sánchez de Bustamante al 1050, y en los cuatro frentes lindantes donde los vecinos mostraron gran predisposición y preocupación sobre el tema.
El equipo provincial dependiente de Zoonosis estuvo acompañado por agentes del municipio capitalino y técnicos nacionales llegando casa por casa con la fumigación pertinente y el rastrillaje de posible mascotas infectadas. En los próximos días se hará presente el grupo de veterinarios para concretar la toma de muestras a los demás perros que tengan síntomas compatibles.
Las manifestaciones del animal enfermo son, el decaimiento, falta de apetito, pérdida de peso, dificultad al caminar, crecimiento exagerado de las uñas, pérdida de pelo y descamación de la piel, en hocicos y alrededor de los ojos, heridas y úlceras en la piel, entre otras. Por tal motivo, desde Zoonosis recomiendan que cada dueño lo lleve al control veterinario para saber si el perro tiene o no sintomatología de Leishmaniasis, el veterinario le tomará la muestra y a partir de ahí se realizarán todas las actividades para el bloqueo de la enfermedad.
En Capital ya son 89 casos detectados y preocupa la cuestión del ordenamiento ambiental, con grandes basurales que se pueden observar en cada barrio, además del número importante de perros sin dueños que deambulan por las calles. Cabe aclarar que la Leishmaniasis visceral es una enfermedad grave y potencialmente fatal. Es producida por un parásito microscópico y transmitida por la picadura de un insecto muy pequeño (lutzomyia longipalpis). Ataca fundamentalmente a las defensas del organismo y afecta órganos nobles como el vaso, hígado y la médula ósea.
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